viernes, 20 de enero de 2012

War Horse o caballito de guerra (una reseña).

"How you doing?"


War Horse (Steven Spielberg, 2011)

por Juan Pablo Castañeda

Llegó lo más reciente de ese maravilloso director que por décadas nos ha dejado boquiabiertos con cada nueva película que presenta. El “Rey Midas de Hollywood”: tener su nombre en los créditos de cualquier producción (ya sea cinematográfica o televisiva) es sinónimo de garantía en entretenimiento y audiencias complacidas alrededor del mundo. Durante el año pasado, el aclamado director de ET no solo se dio el lujo de llevar a la pantalla grande el clásico de las historietas europeas “The Adventures of Tin Tin”(que ya se hizo acreedora a un globo de oro en la última entrega), sino que también se tomó el tiempo de rodar en Europa, contando una historia sobre la Primera Guerra Mundial, que aunque se pasa de melosa y demasiado cursi en momentos, tiene el sello de la casa Spielberg desde las primeras escenas emblemáticas de la rural Inglaterra al sonido del maravilloso “score” del también genio John Williams. ‘War Horse’ tiene sus fallas, pero Spielberg es capaz de poner en el centro de la película a un animal y contar una historia épica que logra trascender cualquier época.

Corren tiempos intranquilos en Inglaterra, la Primera Guerra Mundial está a punto de estallar: la historia trata sobre una pobre familia campesina que está a punto de perderlo todo, decidido a salvar a su familia el padre termina comprando a su propio caballo en un subasta en una lucha de orgullo contra su propio casero. El hijo se vuelve el encargado de criar al animal para poderlo usarlo en la siembra del huerto familiar, una tarea difícil pero que parecen destinados a completar debido a la entrañable amistad que logran entablar el muchacho y el animal. Sin embargo, cuando estalla la guerra todo cambia y el caballo es vendido a los militares. Ahora el hijo hará todo lo posible para pelear en el frente, defender el honor de su familia y país, más con algo de suerte, reecontrarse con su mejor amigo animal.

Es un drama con el sello de la casa Spielberg. El tipo sabe a la perfección como meternos a la historia y hacernos creer que está increíble amistad entre un caballo y un muchacho es en realidad algo que puede existir y que muchas veces puede dar ilusión y esperanza dentro de un ambiente tan crudo y áspero como es el de la guerra. Spielberg sabe a la perfección contar relatos de guerra: “Saving Private Ryan” continua siendo a estás alturas una barra que no ha podido ser pasada por nadie aún. Escenas como estás no se muestran con tanto grado de violencia en “War Horse” sin embargo las escenas son tensas y nos llevan de lleno a sentirnos atrapados en el frente de guerra sin ningún lugar al que poder ir.

Spielberg sabe que el caballo en su historia es un “Gran Turista”, en un circo sin sentido que parece ser está guerra. El animal logra pasar de un lado a otro del frente gracias a su excelente condición física e inteligencia. A través de la visión de una criatura inocente, el director trata de buscar sentido a un enfrentamiento físico que parece no tener motivación alguna entre los mismos soldados que la están luchando. Las sub tramas que se desarrollan a través del viaje de Joey (curioso nombre para un caballo en mi opinión) son igual de estremecedoras y reales que la historia principal: uno siente por está gente que de la nada ha sido arrastrada a un conflicto bélico con el cual no tienen ni un poco de simpatía.

Lo triste es que War Horse peca de cursi, hay un “prop” u objeto utilizado en la cinta que pasa de mano a mano a través de los años que dura la guerra y jamás sufre un daño (algo que hemos visto contado con mejor maestría en cintas como “El Violín Rojo”), y el hecho de que sepamos que el niño de la granja le jura a su caballo que algún día se reencontrarán hace pensar que Spielberg nos va a contar una historia que nos haga sentir bien sobre lo que significa sacrificar tu vida en nombre de tu familia y amigos desde mucho antes que rueden los créditos.

Spielberg admite que está es “la película más británica” que ha hecho en su carrera. Esto no se pone a duda, es sin duda alguna un verdadero drama británico (hecho por un judío de Cincinnati, Ohio) que brilla por sus actuaciones (tanto de animales como de seres humanos) y su brillante narrativa, algo anticipable de un monstruo hollywoodense como lo es Steven Spielberg. En general, recomendable para toda la familia, pero avísenme cuando Spielberg quiera contarnos algo más del estilo de “Private Ryan” pero ambientando en la también impresionante y violenta Primera Guerra Mundial.