sábado, 14 de diciembre de 2013

Zafira


Reconozco, y acepto que te hayas ido. Más no admito, que tan súbitamente hayas querido dejarnos a todos a la deriva.

Me explico…

Llegaste a nuestras vidas de forma mundana y poco invitada. Hoy no pudiste irte sin agregar más que un último favor a tus hermanos a tu ya poco probable, casi perfecta, pero efímera existencia. No me mal entiendas. Sencillamente te amo por haber hecho de tu vida un bastión de necesidad en la incansable búsqueda de lo hermoso. Voltearte a  ver siempre fue un halo de luz en medio de sombras. Nunca quedará oculta tu memoria. Tu tenue mirada. Tu genuina y particular forma de haber dado valiosas enseñanzas sin siquiera buscar recibirlas. Tu forma tan noble de entender la existencia,  y sin querer contagiar a todos de ella.

Nunca te menosprecies…. Eres la amalagama que unificó a toda una familia.

You’ll always be my prize fighter…


No hay comentarios.: