domingo, 10 de mayo de 2009

Mothers Day

Jefa:
Antes que poder adorarte debo de confesarte que tu día cae un mal momento para mí.

Hace poco me propuse escribirte una carta para conmemorarte, sin embargo creí que sería de mayor sinceridad repetirla con el corazón dañado, con los sentimientos a flor de piel: Con el consuelo que solo una madre puede brindar.

Hoy perdí algo como hombre: mi amor por el deporte, mi ilusión por el juego justo, pero sobre todo, las ganas de brillar del individuo.

El equipo de futbol con el que crecí y me formé desde niño murió de manera lenta y desesperada. Estoy triste. ¿Sabes por que te lo cuento? Porque de alguna manera eres el pañuelo que necesito para poderme consolar, mi jefita, y hoy más que nunca, en tú día, necesito acordarme porque cada que estoy contigo trato de que mis dolores y preocupaciones se vuelvan nulas, porque tus puros ojos tienden a tener el don de tranquilizar hasta al más ansioso de los individuos (y me refiero por supuesto en este caso a mí).

Aunque pasen más de 60 años celebrando días de la madres a tú lado, siempre me será agradable poder recordar lo bien que me haces sentir, porque, creciendo contigo me he podido dar cuenta y puedo sentir que soy tan capaz e inteligente como tú, solo que gracias a ti, me he podido dar cuenta a tiempo.

Espero no hacerte sufrir de más, ya que aunque nunca me haya sido fácil demostrarte quien soy, la comprensión que más ha brindado a través de los años me ha hecho admirarte de una manera que solo ha podido ser superada por la manera en la que te quiero…. GRACIAS….

Jp…

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